

Hoy he estado bastante agobiada porque desde que me puse el implante subcutaneo anticonceptivo antes de empezar el viaje, no he parado de tener la regla, o mejor dicho de manchar, y creo que ahoraya por fin viene la regla de verdad, a ver cuando para. Hemos parado en Bascara un pueblecito precioso con muchas casas de piedra y plantas verdes por todas partes que dan una gran sensacion de frescor en un dia caluroso como este. Cuando ya nos ibamos nos encontramos con Tobias otro ciclista alemán muy agradable que nos indicó el camino por donde él habia venido y con el que intercambiamos mapas. El nos dio uno de carreteras de Francia que a su vez alguien le habia regalado y nosotros le dimos el plano de Barcelona indicándole donde podia alojarse a muy buen precio. Figueres respira a Dalí, su arte surrealista se percibe en varias partes de la ciudad, con esculturas, un mural precioso de cerámica y por supuesto su museo, que visitaremos mañana. Hemos tenido suerte y justo a las afueras hemos encontrado un camping abierto regentado por una familia francesa encantadora. Nuestros únicos vecinos son un matrimonio mayor de holandeses muy simpáticos que nos han dejado sus dos sillas de camping para cenar, porque dicen que cuando ellos eran jóvenes y viajaban tambien en bici una buena silla donde repanchingarse era lo que mas hechaban de menos. Ha empezado a soplar un viento fortísimo de Tramontana que según los lugareños dura unos 3 dias y desde luego doy fe que, al menos para mi, es lo peor para andar en bicicleta, cuando sopla de lado o de frente.