Ha venido en su bicicleta a comprar un represco pero como no tiene cesta tiene que volver andando con su refresco y su bici.
Dos paisanos nos invitan a degustar su vino casero, les damos las gracias y les decimos que no porque sino nos quedamos en su casa el resto del dia. Vamos subiendo y bajando suaves colinas que debido al calor, a mi me suponen un esfuerzo desproporcionado. Se me recalienta la cabeza con el sol y el dolor hace que cada bache me resulte una tortura. Intento enfriarmela en cada pozo que encontramos pero enseguida vuelvo a estar seca y muy acalorada.
Los pozos de los pueblos de variados y bonitos modelos, suelen tener agua limpia y fresca, que en un principio teniamos reparo en beber, pero que ya lo hacemos con tranquilidad y ansia; los de la carretera en cambio no son muy recomendables muchas veces. Sobre las 15:00 paramos a comprar limonada fria y comer algo y la simpatica y amable seniora de la tienda nos dice que hoy hay 37*Celsius a la sombra, como no voy a encontrarme yo mal pedaleando bajo el sol. Seguimos lentamente y acampamos temprano, porque yo sufro en cada metro.
Los pozos de los pueblos de variados y bonitos modelos, suelen tener agua limpia y fresca, que en un principio teniamos reparo en beber, pero que ya lo hacemos con tranquilidad y ansia; los de la carretera en cambio no son muy recomendables muchas veces. Sobre las 15:00 paramos a comprar limonada fria y comer algo y la simpatica y amable seniora de la tienda nos dice que hoy hay 37*Celsius a la sombra, como no voy a encontrarme yo mal pedaleando bajo el sol. Seguimos lentamente y acampamos temprano, porque yo sufro en cada metro.
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