La bruma de la mañana desaparece lentamente. Vamos hacia el pueblo de Conches donde comemos junto al castillo. 
La variedad gastronomica que ofrecen los supermercados de Francia no la iguala ningun otro pais de europa, hemos comido couscous ya cocinado con verduras especies y uvas pasas, mas rico incluso que cuando yo lo preparo en casa, y un pate de pato que hace honor a un pais donde la charcuteria es casi un arte. 
Me encanta ver el orgullo que sienten los franceses por su patrimonio historico, y como la gente de todas las edades saben valorar, el hecho de vivir en los pueblos. Por carreteras con poco trafico entre grandes bosques, seguimos por Normandia, que comparte con Asturias no solo la sidra y el verde de sus paisajes, si no tambien, la amabilidad de sus gentes.
La variedad gastronomica que ofrecen los supermercados de Francia no la iguala ningun otro pais de europa, hemos comido couscous ya cocinado con verduras especies y uvas pasas, mas rico incluso que cuando yo lo preparo en casa, y un pate de pato que hace honor a un pais donde la charcuteria es casi un arte. 
Me encanta ver el orgullo que sienten los franceses por su patrimonio historico, y como la gente de todas las edades saben valorar, el hecho de vivir en los pueblos. Por carreteras con poco trafico entre grandes bosques, seguimos por Normandia, que comparte con Asturias no solo la sidra y el verde de sus paisajes, si no tambien, la amabilidad de sus gentes.Acampamos en un claro de uno de los bosques y cuando estamos sentados sobre nuestros 'sacos Turcos' dispuestos a preparar la cena, descubrimos que estamos en "garrapatilandia" subiendo por nuestros calcetines hay unas 50 del tamaño de la cabeza de un alfiler. Nos echamos repelente de mosquitos por todas partes y funciona. Una vez dentro de la tienda hacemos inspeccion minuciosa y no hay peligro.
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