Nos levantamos a las 7 como casi siempre para recoger todo y que no se notara que habiamos pasado por alli, solo el peregrino junto al árbol que dibujo Eric en la pizarra y la pag web dejaba testimonio de nuestro paso. Salimos con tentativa de lluvia y al final nos mojamos. En una gasolinera unos bomberos nos animaron a ir por pistas monte a traves, piedras, barro y nieve, todo lleno de baches inundados. Al principio subi bastante bien intentando mantener la calma, pero hubo un momento que tuve que poner pie a tierra y tirar de mi tortuga de hierro. Incluso un momento Emilio vino a por mi bicicleta y solo mover mi propio cuerpo me costaba. Tenia los pies mojados y helados, las manos no las sentia, y la nieve parecia pincharme la caracomo agujas que al espetarse contra mi desaparecian como si pasaran a otra dimension. Me quede totalmente sin fuerzas me mareaba incluso, tuve que tomar un chupete de glucosa, como lo llama Machus para seguir.Pero la bajada fue peor, casi todos nos quedamos sin frenos, Eric estuvo bajando conmigo en todo momento incluso me bajo totalmente el sillin para que me sintiera mas segura tocando el suelo con mis pies. Al final aparecimos en Munilla junto a una preciosa casa rural donde una pareja muy maja nos dio un vaso de leche caliente que entono un poco mi cuerpo. Por fin bajamos por carretera 7km a Arnedillo. Llamamos a Pedro el alcalde que localizamos gracias a Felix el párroco de Albelda, y nos dieron las llaves del polideportivo y la cafeteria de la piscina donde estuvimos 2 dias. Fuimos a las pozas a tomar un baño relajante y reconfortante. Nos conectamos a internet gratis en el Bar La Pista donde incluso nos han dado bizcocho casero con el te y nos regalaron donuts para desayunar al dia siguiente. En todas partes encuentras gente maravillosa.
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