Mantova - Verona 85km

Brilla el sol, nos despedimos de Cyrille y Rose hacia el lago di Garda, como casi no llevamos comida y todo esta cerrado por ser lunes de pascua, paramos a comer en un restaurante en Valeggio sul Mincio donde disfrutamos de la pasta fresca. Yo comi lasania, el relleno lo habia comido igual o mejor en otros sitios pero las laminas caseras y frescas le dan una textura y un sabor delicioso.
En el lago di Garda hace bastante calor, y con la montania al fondo nevada, me di un chapuzon en sus gelidas aguas, que reactivaron cada poro de mi piel, me quede en la gloria, luego la merienda, un pan riquisimo con crema de cacahuetes y kiwis que compramos en una tiendita. Evitando los interminables atascos de coches, nos fuimos hacia Verona como motos, con fuerzas renovadas circulamos entre 30 y 35km/h llaneando. El problema llego al entrar en Verona.
Nos liamos y todo eran autopistas para acceder a la ciudad. Tanto Eric como yo nos pusimos nerviosos porque estabamos en medio de varias entradas, por donde no paraban de circular coches a toda velocidad, la mayoria agobiados de haber estado atrapados en los atascos tipicos de un retorno de pascua. Por fin logramos avanzar lo suficiente en la autopista para salir por la primera salida posible. A mi ya ni me apetecia ver la ciudad del agobio que tenia, pero como se nos habia hecho demasiado tarde, entre decidir si avanzamos o retrocediamos, al final habia que cruzarla igual, y cuando vimos sus calles, edificios tan de romeo y julieta, decidimos buscar un albergue juvenil y disfrutar de un descanso en esta ciudad.