Desayunamos en el restaurante que esta en el bajo del hotel Donmez donde hemos dormido muy bien. Compramos platanos y limones y como casi siempre que cambiamos de pais, vamos cargados de comida para ser autosuficientes uno o dos dias, para adaptarnos a los cambios de moneda, idioma y precios sin prisa. Llegamos a la frontera donde nos sellan el visado de salida de Turkia 40 dias y pasamos por 4 controles para poder entrar en Georgia, sin visado menos mal.
La carretera es espantosa durante varios km los baches son enormes socabones.
Poco a poco va normalizandose, los coches son casi todos de la marca rusa Lada de mas de 30 anios y las gasolineras y buses tambien. Los cultivos han cambiado, mayoritariamente hay maiz y patatas( caemos en la cuenta de que en Turkia no hemos comido patatas nunca increible pero cierto). Los arboles que mas abundan son nogales, sigue habiendo dut y algun cerezo.
Ya no hay mezquitas y las cruces aparecen junto a castillos o simplemente en un alto.
Las casas en los pueblos siguen teniendo tejados de chapa como en el este de Turkia, son de piedra y tienen grandes ventanales, pero el deterioro es muy grande, se ve que fueron bonitas en su epoca de esplendor pero ha debido ser hace mucho tiempo. Muchas viviendas que podrias decir que estan casi en ruinas, porque no tienen cristales y pocas puertas, estan habitadas. Y los grandes edificios oficiales de estructura tipicamente sobietica, esos si parecen avandonados. Vamos siguiendo el curso de un rio, no hay casi carteles en las carreteras. Paramos a comer a la sombra de una parada de bus junto a una gasolinera y tres hombres vienen a saludarnos, solo David habla con nosotros porque habla perfectamente aleman, nos dice que tengamos cuidado que la gente bebe mucho alcohol y eso es peligroso porque destroza la cabeza, se nota que esta bastante agobiado quiere irse pero no sabe muy bien a donde.
El aspecto de la ciudad de Brojomi es bastante triste con edificios destartalados llenos de gente. Bebemos de su famosa fuente cuya agua dicen es maravillosa. Acampamos a las afueras.
La carretera es espantosa durante varios km los baches son enormes socabones. 
Poco a poco va normalizandose, los coches son casi todos de la marca rusa Lada de mas de 30 anios y las gasolineras y buses tambien. Los cultivos han cambiado, mayoritariamente hay maiz y patatas( caemos en la cuenta de que en Turkia no hemos comido patatas nunca increible pero cierto). Los arboles que mas abundan son nogales, sigue habiendo dut y algun cerezo.
Ya no hay mezquitas y las cruces aparecen junto a castillos o simplemente en un alto. 
Las casas en los pueblos siguen teniendo tejados de chapa como en el este de Turkia, son de piedra y tienen grandes ventanales, pero el deterioro es muy grande, se ve que fueron bonitas en su epoca de esplendor pero ha debido ser hace mucho tiempo. Muchas viviendas que podrias decir que estan casi en ruinas, porque no tienen cristales y pocas puertas, estan habitadas. Y los grandes edificios oficiales de estructura tipicamente sobietica, esos si parecen avandonados. Vamos siguiendo el curso de un rio, no hay casi carteles en las carreteras. Paramos a comer a la sombra de una parada de bus junto a una gasolinera y tres hombres vienen a saludarnos, solo David habla con nosotros porque habla perfectamente aleman, nos dice que tengamos cuidado que la gente bebe mucho alcohol y eso es peligroso porque destroza la cabeza, se nota que esta bastante agobiado quiere irse pero no sabe muy bien a donde. 
El aspecto de la ciudad de Brojomi es bastante triste con edificios destartalados llenos de gente. Bebemos de su famosa fuente cuya agua dicen es maravillosa. Acampamos a las afueras.
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